Llevaba varias horas dando vueltas en la cama. Había encendido la tele un par de veces. “zapeado” por la infinita (o no tanto) lista de canales de la TDT. La había vuelto a apagar. Vuelta a un lado y a otro sin poder conciliar el sueño.- << Pensaré en algo>> – dijo para sí. Y se puso a recordar la clase de religión del martes pasado. – “señor Marcelino, si la ciencia dice que venimos del mono y la biblia de Dios, ¿a quién tenemos que hacer caso?” – “Señorito Adán, no me vacile” – “no te vacilo” – “usted no va a misa. No cree en Dios. No reza por la noche. ¿Piensa que me crea que duda?”.
<< ¡Mierda! Esto no funciona >>. Encendió la luz y la habitación quedó iluminada de repente. Miró la hora. No importaba. Mañana era domingo. Tocaba descansar. Cogió un libro. El gran diseño de Stephen Hawkin. “uno no puede probar que Dios no existe, pero la ciencia hace a Dios innecesario”. Tras unos minutos pensó – << esto tampoco funciona >>. Apagó la luz y la habitación quedó en tinieblas nuevamente. Dio un par de vueltas en la cama hasta que cogió la postura. << Pensaré en otra cosa >>. Se puso a recordar la fiesta del viernes. << Demasiado surrealista >>– pensó – hacia morritos frente al espejo mientras se peinaba con las manos pringadas de gomina. Se puso los zapatos. Imprescindibles para la mayoría de las discotecas de Madrid. Se bañó en colonia. Cogió dinero. Los hombres siempre pagan. << Qué suerte tienen algunas >>. Se puso el abrigo. Se despidió con un “Adiós” y cerró la Puerta. Media hora después salía del metro de Moncloa. “El puto metro que nunca funciona chavales”. Les dijo a sus amigos. Cogió un vaso. Se echó hielos. Se llenó la copa y volcó un poco de coca-cola. << Era el cumpleaños del “negro”>>
Después del botellón se fueron a la discoteca. Iba un poco “pedo”. << Con el puntito>>. Juan Magan gritaba por los altavoces. Le seguía Pitbull y demás pop moderno. << Pop de mierda >> Tras pocas horas y mucho alcohol conocieron a unas chicas. Lo típico. Besos, lengua, magreo… que si nos vamos que si nos quedamos. Se montaron en el coche. Quién ha bebido menos, quién mantiene el equilibrio a la pata coja tocándose la nariz y la rodilla al mismo tiempo… “yo conduzco” – dijo uno de los chavales que no había bebido – <<menos mal >>. Se fueron a una casa prefabricada de los padres de Jesús. En mitad del campo en los alrededores de a saber dónde. Alcohol más drogas varias. << La sensación fue la hostia >>. Dos coches. Ocho personas. La caseta de madera desechable llena de humo – “vamos fuera” – le dijo Adán a su ligue – << ahora viene lo bueno >> las seis de la mañana. Ya era domingo. “vamos a dar una vuelta” – le dijo a ella – no había luz pero llevaba un mechero con linterna.
– Quítate la manta la pondremos en el suelo
– Hace frio
– Yo te caliento
Estiraron la manta en el suelo. Se tumbaron. Acercaron sus cuerpos. Se empezaron a besar.
– ¿Cómo te llamabas?
– Eva – contestó ella
– ¡Es verdad!, ¿ves todas las estrellas que hay?
– SÍ
– Pues elige una y le pondré tu nombre.
Adán confundió las estrellas con luciérnagas que vagan por aquel Edén. – Suenan ruidos raros – le dijo ella asustada – no tengas miedo, yo estoy contigo – pero no atinaban a besarse en la boca. Los manzanos parecían hombres gigantes, el viento hacia volar algunas hojas que les caigan encima. – Llueven cosas grandes – decía Eva. <<Estábamos acojonados, a saber lo que nos dio el “negro”>>
– ¿Me hassss llamado?
– ¡Hostia tú, la culebra me habla! – grito Eva abrazándose a Adán
– Será un gusanillo – dijo Adán mirando de reojo
– ¿quereissss una manssssana?
– ¡Joder! ¡joder! ¡joder! ¡puto Negro!
Ya no puedo seguir con la historia, Adán se ha quedado frito.
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