A veces mi mente sale de mi cuerpo, se pone frente a mí, y me veo sonreír, siendo feliz, veo como me brillan los ojos, veo lo que ven los demás, siento como sonrió, como las mariposas de mi estomago despiertan y revolotean ahí abajo, puedo verme besarte y encima, sentirlo mirándote a los ojos, nos veo bailar mientras aguanto tus pisadas y por si fuera poco, te veo haciéndome cosquillas en la cama mientras no paro de reír, siento como se me pone la carne de gallina cuando me besas en el cuello… ¡es increíble!

Esa escena de película en la que suena una música romántica y la pareja protagonista está tumbada en la cama, mirando al infinito, pensando si la otra persona estará pensando lo mismo que él, y es justo en ese momento de la película, de la realidad, en el que el pasado pasa por tu mente en forma de tercera persona, como si al recordarlo hubieras salido de tu cuerpo y pudieras verte bailar a la vez que te beso mientras sonríes.
Es increíble, si, pero es la mejor realidad ficticia que podría vivir en mi vida