Las rosas es un objeto que me llama mucho la atención, creo que son increíblemente elegantes en todos los aspectos y sin duda, me encanta la contradicción que representan entre lo bonito de su aspecto y las espinas de su esencia. Colecciono rosas en cualquier forma o color.

El otro día, bicheando pinterest, encontré una nueva técnica para hacer manualidades y como mi cabeza no deja de trabajar, estuve informándome para hacer algo guay. Cuando creo algo tiene que tener un significado para mi ya que va a estar en mi casa y no voy a coser un captus solo porque me parezca bonito, tiene que tener una esencia para formar parte de mi hogar.

Cuando estaba convencida de que iba a hacer el cuadro formando una imagen de dos corazones, me encontré esta rosa de casualidad y no tuve ninguna duda.

La madera que he utilizado ha sido una madera de cocina, una tabla de cortar que puede tener todo el mundo y que casualmente mi abuela iba a tirar y dije «Ni hablar, ya me inventaré algo con ella» ¡Y mira!. Entonces solo tuve que comprar hilos de los colores que quisiera, fui a un chino y me costó 1.80€ cada madeja y me sobró un montón, y dos paquetes de clavos a 0.65€ cada uno.

En resumen, tardé como 3 horas y algo en hacerlo. La unión del hilo con cada clavo la hice a mi manera, por eso se ve irregular en proporción del espacio por dentro pero si sigues un patrón saldrá perfecta.

En realidad, podría haber elegido una imagen más fácil para ser la primera vez que lo hacía pero entonces no me gustaría tanto.

"Fue el tiempo que pasaste con tu rosa... lo que la hizo tan importante." - El Principito